
Los niños no se pintan las uñas.
Los niños no se maquillan.
Los niños no se mandan besos.
Los niños no se dejan el cabello largo.
¿Cuál es el criterio para coartar lo que a un niño le nace hacer?
La hermana y las primas se reúnen y se ríen con ganas poniendo sus uñas brillantes, como si las estrellas de la noche hubieran dejado un rastro para que puedan llevarlas con ellas.
-¿Yo por qué no puedo pintarme? -Si además parece muy divertido. No tengas cuidado mamá porque mis manos son hábiles y puedo pintar mis uñas sin manchar mis dedos. Y ya escogi el color que quiero.
Eso de quedarme viendo cuando me maquillo, y observar cómo sube y baja la brocha por mis mejillas, debió parecerle interesante, tomó mi mano que sostenía la brocha y se dio una pasadita por la cara.
-Qué suave- dice. -Se siente como cosquillas. Cuando pintan mi carita en las fiestas infantiles, las brochas son un poco más duras. Me gustó tu brocha, mami, aunque también me gusta cuando me pintan de vampiro y de hombre araña.
El primer día de escuela, luego de las vacaciones, mi pequeño no aparecía, hasta que pude descubrirle buscando por todo lado a su mejor amigo.
-No le encuentro -me dijo un poco triste.
Pero el otro día, en un centro comercial, se lo encontró. No podía verse más alegría que la de estos dos. Se abrazaron, se rieron, se volvieron a abrazar y obligaron asus padres a intercambiar números ceulares para comunicarse por whats app.
No terminábamos de llegar a casa cuando ya pidió enviarle un mensaje grabando su voz. La espera de la respuesta fue la más impaciente.
-Ya me contestó? ¿Ya escribió algo? ¿Me mandó un emoji? Y no pasaba ni un solo minuto.
La respuesta demoró un poquito más, pero en su carita se dibujó la sonrisa más linda cuando escuchó el mensaje grabado con la voz de su amigo, que para despedirse le mandó un beso. Muaaaaaa.
-Oh, qué bonito -dijo la ñaña.
No podía ser más emotivo su mensaje.
Y bueno, es uno de los lineamientos que el colegio impone, porque hace tiempo realizaron un pacto con los alumnos, y se pusieron de acuerdo en varios aspectos; uno de ellos, que los chicos lleven el cabello corto. Solo que ahora quería dejarse crecer el cabello "como mi papá hizo hasta que le alcance a hacerse una cola".
Este cabellito tiene unas ondulaciones y aunque está un poco largo no se nota mucho, pero aprovechamos las vacaciones para que su cabello crezca a su antojo.
Yo le bromeaba diciéndole que ya entiendo por qué no me hace mucho caso, es que tanto pelo tapando sus orejas no te deja oír.
-Con razón no haces lo que te pido, le decía.
Pero hay que cumplir las normas, y eso se hizo antes de que vuelva a la escuela.
Comentarios
Publicar un comentario