Chico Nico nació teniendo ñaña, por eso su estadía por estos lares ha transcurrido siempre en companía, a ratos animada, a ratos de discrepancia, a ratos de protesta sobre todo ahora que ya tiene su propio criterio y ha aprendido a defenderlo; pero a ratos también se deja convencer y ni siquiera lo medita cuando llega una orden de la hermana mayor que le involucra en más de una travesura de la que a menudo no sale bien librado, las consecuencias la caen a él y no a la autora intelectual, en este caso paga más el autor material aunque pudiera alegar el desconocimiento, y ya sabemos que este no es motivo para eximirnos de la ley.
Como decía, chico Nico no se ha quedado solo por mucho tiempo, algo que cambió esta semana gracias a las vacaciones escolares. Ahhhhh las anheladas vacaciones de cuando uno es estudiante, cosa que ya no es igual cuando se pasa al mundo laburil y se hace maromas para tratar de coincidir en esos días de descanso. Cuando no se puede, se recurre a los abuelos y a la casa de la infancia de los padres que en mi caso es la casa de la abuelita Ligia, donde específicamente en esta temporada confluyen los primos y se convierte en centro vacacional donde una verdadera pandilla de compinches hace de las suyas decidiendo quedarse en reunión a pesar -o a ventura- de que sus padres no puedan extenderse en sus día libres.
Condición que no fue compartida por chico Nico, porque aún no puede desenvolverse sin cuidados, porque para su madre aún necesita que alguien esté pendiente de las situaciones a las que se expone donde no mide el riesgo ni el peligro.
Decisión tomada, el peque se vuelve con sus padres. A modo de hijo único quedó, y yo que pensaba que ahora que ya no tiene quien le quite sus juguetes, quien le robe su tiempo de dibujos animados y le meta en travesuras, iba a estar tranquilo, no fue para nada acertado. Apenas se vio solo se le quitaron las ganas de jugar, de correr y hasta de comer, quedando solo la petición renuente que suena más a reclamo: "Yo quiero mi ñaña".
Contando los días estamos para que llegue el fin de semana para que vuelvan a estar juntitos. Ahora no sé si resultará más conveniente dejarle en casa de la abuelita en compañía de ñaña y primos y quedarse libre de sus padres, al menos momentáneamente.
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