Será que por ser nativos digitales, estos chicos tienen especial
afección por las pantallas, lo que me causa terror de solo imaginarme cómo
salen de esas láminas unas manos que más se asemejan a una oscura nube
difusa que con sumo cuidado envuelven al cautivo espectador, que ni más
ni menos se convierte en una especie de zombie embobado con los
brillantes colores, porque eso sí, este zombie mío le pone a tope la
intensidad del brillo; otro peligro para la salud
visual por decir lo menos, aunque para este hipnotizado no tenga
importancia.
Qué se puede esperar si los padres nos enorgullecemos de estos nativos digitales que apenas con unos meses de vida manejan a diestra y siniestra celulares, tabletas y computadores; y a qué apelar si ahora que ya están algo creciditos esos niños, demandan a grito pelado -eso literal y sin exageración- que les dejen utilizar este tipo de artefactos de la era digital con sus pantallas atrapadoras de niños, y valga decir, también de adultos, me constan varios casos.
Qué se puede esperar si los padres nos enorgullecemos de estos nativos digitales que apenas con unos meses de vida manejan a diestra y siniestra celulares, tabletas y computadores; y a qué apelar si ahora que ya están algo creciditos esos niños, demandan a grito pelado -eso literal y sin exageración- que les dejen utilizar este tipo de artefactos de la era digital con sus pantallas atrapadoras de niños, y valga decir, también de adultos, me constan varios casos.
Black mirror nos da una pauta de las "negras" consecuencias que puede tener el uso desmedido de la famosa tecnología que pensamos nos va a sacar del atraso, que nos va a llevar a la evolución. Aunque a veces parezca exagerado el enfoque que tiene, hay síntomas que están dando muestras que sí pueden ocurrir.
Y no lo digo yo, estos dispositivos son altamente
adictivos, en edades tempranas lo que causan esas pantallas es fascinación, lo
dice Catherine L´Ecuyer (investigadora), fascinación como una actitud pasiva,
de embotamiento. Antes de los dos años 0 pantalla, de 2 a 5 años menos de 1 hora
al día, con contenidos adecuados, señala; hasta que se desarrollen cualidades como
la templanza y fortaleza, para usar responsablemente estas tecnologías. Aunque "ningún estudio apoya la introdución de las tecnologías en al infancia (...) y la mejor preparación para el mundo online es el mundo real (offline)".
A todos nos ha pasado que para sacarnos de encima a los chicos les damos el celular o la 'tablet', y como leí por ahí: ¡Buuuum!, por arte de magia el niño desapareció, ya no se le escucha, ya no se le ve, ya no "molesta".
También me ha pasado que cuando vamos de paseo, para evitar el "estoy aburrido", les damos los mágicos artefactos, y es ahí cuando el viaje se realiza como en el túnel del tiempo, no sienten las horas que pasan, no saben por dónde van, no han lanzado ni siquiera una mirada al paisaje.
Y cuando ya está avanzado el uso que ya irradia en adicción, quitarles este entretenimiento tiene como resultado, gritos, llanto y hasta malas intenciones, como "te odio", "ojalá te caiga algo", y así por el estilo.
Tampoco es cuestión de relegarles y quedarnos en el analfabetismo digital. Cabe reflexionar hacia dónde queremos llevar a nuestros hijos.
Encontré una propuesta bastante centrada que nos puede guiar (da clic en la imagen)
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