Ansia de crecer



Anhelo infantil es el crecer rápido, llegar a ese estadio de adultez donde pueda hacer lo que le plazca. 

De mayores en cambio, el anhelo es que se detenga el paso del tiempo, porque parece que con cada día que avanza, nos hacemos más sensibles, si no es el frio son las articulaciones y si no son los gustos son los temas. ¿Quién no ha conocido un viejito que no es temático?


En este sentir pequeño, los centímetros no se van sumando con la vertiginosidad esperada y en la búsqueda de  compensar lo que demora; algo habrá que hacer, como afeitarse o ponerse perfume de adultos que fue disparado directo a los ojos, porque esto se hace en el momento en que se logra escabullirse de los padres, en contraste fue tan rápido en descubrirse por los gritos que ocasionaron tales audacias.


Toda vez que se ha solventado el inconveniente, aunque la cura sea aplicada con sumo cuidado, como ya quedó toda descubierta la fechoría, los lamentos no tienen miramientos al momento de hacerse oír.

Después del susto y cuando ya está aliviado, veo que es nada más que travesura de gente que quiere crecer. 

Este pequeño me deja pintada una sonrisa arropada de abrazos.

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