Prototipos escolares


Ni más ni menos, toda la enjundia cerebral invertida en generar energía eléctrica a partir del movimiento hidráulico. Porque el Joaquín ya llevó la maqueta con cables, pilas, molino de palas y foco incluido que se encendía y nosotros no podemos quedarnos atrás.

Ha sido otra tarea dedicada a los padres que se enfrascan en una competencia personal como si trataran de sacarse la medalla de oro. Aprovechando las famosas TIC, tenemos grupo de apoyo (para deberes) de padres de familia en el whatsapp. Y como algún o algunos famosos suelen decir, tener información no es sinónimo de estar bien informados; es más a menudo el exceso de información desinforma por completo. Pasa seguido que unos chicos dicen una cosa, otros entendieron algo distinto, y hay algo totalmente contrario escrito en la agenda de las tareas que no se parece a lo que la profesora puso en la pizarra.

¡Y hay que ver los armatostes que los padres se enorgullecen en fotografiar y subir al whatsapp. Ahí uno (como padre o madre) queda absorto y disminuido teniendo en la mano algo que parece una mariposa maltrecha frente a un completo prototipo de casi un metro de altura, bien pulido y pintado, con placa que identifica claramente el nombre del profuso autor, que ni de cerca debe haber colaborado en la armazón perfectamente acoplada.

Y bueno, nuestro armatoste fue armado con materiales reciclados -como se leía en las indicaciones- y además colaboramos todos. Solo hubo que desarmar un tren de juguete, sacarle el motor y después de varios intentos dejarle inservible porque no se pudo aplicar al modelo; se buscó varios imanes que para gracia mía solo fueron tomados los de los adornos adheridos a la refrigeradora porque el campo magnético se iba a provechar para hacer que gire solita la rueda. Y para sostener el aparato se utilizó el palo de un pincel gordo que estaba nuevito, solo se le sacó la cabeza con la promesa de recuperar su utilidad una vez que sea calificado y el proyecto vuelva a casa.

El molinete fue armado con cucharas de jarabe (recicladas), un pedestal de micrófono de computadora, y para completar el modelo hubo que adquirir una bobina.

Cautín en mano, el diodo emisor de luz LED quedó sujeto a la bobina. Mientras se le protegía del agua con una cuchara plástica se movió un poco el ensable y se desoldó el alambre de la derecha; con más ciudado tocó volver a poner la suelda.

El molino funciona, pero cuando se le mueve a mano porque el agua del grifo no tiene la fuerza suficiente para hacer que se prenda el foco. Otra vez remover la enjundia, piensa que te piensa y ya está: la solución es poner el disco giratorio con un radio más pequeño, lo que lleva a despegar las cucharas y volver a pegar en un disco más pequeño.

Entre estas y las otras llevamos tres días armando y desarmando, pero ya es el día anterior y las 22H00 son un buen momento para dar por finalizado el trabajo y recoger lo que sobró que cubría toda la mesa del comedor. ¡Y solo para hacer este molinete! que del modelo dibujado en la hoja que tenía bomba de agua, movimiento autónomo, manguera que provocaba la caída sobre las aspas y piscina que recogía el agua que caía graciosamente a la misma luego de dar la vuelta por la rueda no quedó casi nada; porque bonito es poner en papel todo, pero a la hora de armar y de poner en práctica las ideas, eso es otro cuento. Ni se diga el hacer que funcione.

Prueba de nuevo, y poniendo a buena distancia de la caída de agua, algo algo se prende el foco. Pero comienza a salpicar agua en todas direcciones y hasta llega a la bobina, secamos el artefacto y dejamos para que la Vale haga la prueba mañana; para que al menos le funcione por una vez en la demostración, porque así como decir que está bien armado, yo tengo mis dudas.

Habrá que ver la calificación que nos hemos merecido con el proyecto. Ojalá no todos los padres hayan contratado un profesional para que les arme un molino de agua como para tercer nivel de Educación General Básica.

Yo ya estoy impaciente por ver la parte que me toca de la nota.




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