En una de esas salidas de paseo o recorrido por los lugares
no tan asequibles, ocurre que una va preparada para todo terreno, algo así como
que lista para algo más que un 4 x 4. Con estas expectativas se lleva de todo:
cuatro camisetas puestas una encima de otra, gorro para sol y para el frío,
gafas en igualdad de condiciones, botines todo terreno; y en contraste, dadas
las recias condiciones, lo mínimo de maquillaje. Con el frecuente uso de las
gorras no queda un pelo en su lugar, por decir lo menos.
Con el viaje que se alarga algo más de lo que los pequeños
están dispuestos a soportar sentados, hay que ir parando de tambo en tambo para
estirarse y refrescarse, y hacer uso del baño en algunos de los casos.
En estas situaciones y fachas andábamos con mi Vale, cuando
nos topamos frente al espejo con otras dos imágenes femeninas, adolescentes
´nice´, cuidaditas y arregladitas que se retocaban frente al espejo. Mi chiqui
se queda mirándolas hasta que se marchan, se da vuelta y me dice: “mami, ellas
están más guapas que nosotras”.
Solo pude sonreír y evaluar en un instante si esa
indumentaria de jean estrechísimo, blusa delgadita sin mangas (en este frío), gafas a la moda y cabellos alisados, les
alcance al menos para una caminata por un sendero ecológicamente señalizado, sin
que se les mueva un pelín el ´look´.
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