Primer día de clases


Sí, ya es escuelera oficialmente, con todos los cumplimentos que exige el Ministerio de Educación.
Preparándonos como estábamos, todo normal el primer día fuimos a la inauguración con ñaño incluido, saltamos con las dinámicas que las profes aplicaron a chicos y grandes. Con su uniforme impecable y peinadita se quedó sentada en su nueva aula, tranquila. 

Útiles entregados y demás materiales pedidos, nos despedimos recomendando al chofer del autobús escolar que le lleve a la guardería donde el ñaño le estaría esperando, porque así nos toca a los padres trabajadores. Parecía que todo estaba preparado y listo, salió bien este inicio de joranada, pero siempre hay una que otra sorpresa que se escapa a toda planificación.

La Vale no tomó en cuenta que no le íbamos a retirar sino que como chica grande y escuelera se iba sola en el transporte.

A chico Nico ni se nos ocurrió decirle que la ñaña se iba a la escuela, y fue el primero en reclamar la ausencia de la "nana" cuando se quedó solo en la guardería.

Al mediodía, después de llamar a todo el que podía contestar a la hora de salida -que solo fue tres horas después del ingreso- para asegurarme que ya se subió al bus, que ya le dejaron donde debía, que ya le recibieron, que ya llega a esta hora y no a la otra me quedé algo aliviada. Pero al final de la jornada, al recogerles, me cayeron los reclamos que más fueron quejas con llanto y todo.

"Yo pensé que tú me ibas a retirar, te busqué por todos lados y no te encontré", "los nuevos compañeros me dejaron solita en el recreo", "yo no escuché la campana". Y solo fue de una parte porque de la otra aún no tengo reclamos tan explícitos.

Después de las explicaciones y convencimientos quedamos en que al otro día iría a retirarle, pero al siguiente iba en el bus, al parecer algo nos entendimos; todo cambio no siempre es fácil de aceptar y adaptarse requiere un tiempo.

Seguimos trabajando en eso.

PD. Ahora quiere ponerse otra ropa porque todos los días lo mismo no le gustó mucho.

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