Pequeños sobornos

La big sister ha encontrado una manera fácil de hacer desaparecer su comida. 

La hora del desayuno y la del almuerzo ahora se han acortado, yo que estaba acostumbrada a que estas escenas tomen un tiempo más que razonable, ya que no es una de las actividades preferidas de la ñaña mayor pero sí del más pequeño afortunadamente para la chica que, en un descuido y en un "tris tras" aparenta acabar su comida. 

Qué bien pensé al inicio hasta que me di cuenta de la jugarreta, la comida iba a parar a la boca del ñañito que agradecía el gesto, solo que este pequeño a veces tampoco la devora en su totalidad sino que comparte con la decoración del piso. 
Este fue el detalle que la hizo delatarse!

En otro escenario, a pesar de que mi Val es delgada, tiene su peso mayor que el del ñaño que va ganando fuerza cada día; entre juegos y empujoncitos casi siempre cae el chico y no se deja esperar el consabido grito para que la madre (o sea yo) acuda en su auxilio. Al inicio ocurría así, luego y justo antes del grito escuchaba un "shhhh shhhh shhhh" de la compañera del juego, pero ahora ni grito ni nada, la propuesta es "abraaaaaasho". Dulce treta infantil!

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