Ese temor a ir al doctor se ha ido perdiendo, ahora juega a ser
la doctora juguetes con su etoscopio e inyecciones; en una maletita rosada guardó
todo el equipo necesitario para atender a sus pacientes.
Le gusta que hagamos fogata, aunque sea una pequeña, y se pone
a buen recaudo para que las salchispas no le alcancen.
Y ríe mucho cuando al final día ve a sus padres terminar abotados mientras ella y su ñañito siguen dando guerra.
Tampoco faltan los cánticos de los avisos comerciales: será que tiene vitaminas, será que tiene proferinas…
Como quiere convertirse en una sirenita está empeñada en profundirse en la piscina.
Espera con ansia que llegue la Navidad porque ha pedido
entre otras cosas una espada y armadura como la de Alicia, para convertirse en
una verdadera caballera.
Quiere además ser una modela con todo lo adquirido en la ropetería.
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