Es difícil tener un bebé


Ya me he dado cuenta que no es fácil, tampoco imposible pero sí de cuidado, y de muchos cuidados diarios y a cada instante. No hay cómo depegar el ojo de los chiquitines cuya movilidad les lleva a lugares estrechísimos donde no cabe ni el gato.


Pero la queja no viene de mí, sino de mi pequeña. Buena me parece esa apreciación en la que no he enido influencia alguna, solita se ha dado cuenta que es difícil, más aún cuando el más travieso le roba los juguetes, le desarregla el dormitorio, le rompe algunos lazos y cintas y le deja babeadas las binchas, lucha por quitarle los zapatos, grita porque no puede sacar con facilidad los vestidos de los cajones; y así por el estilo.


Lo bueno es que cada vez me refresca "es difícil tener un bebé".

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