Botarate


Tapizado de juguetes, ropa y demás enseres que están al alcance de sus inquietas manos, aparece el piso. No valen la reprimendas! se enorgullece de habilidad para poner todo en el nivel 0 una y otra vez.

Para evitar daños y roturas trato de que sean de trapo, plástico y tela, lo que puede manipular, pero parece tener un radar porque en el momento menos pensado, en ese que ocurre el menor descuido y se dejan las cosas sin atención por menos de un minuto. ¡ZAS!, fueron a dar al piso, con el agravante que algunas sí eran costosas, ahora claro, ya están descotizadas por las roturas, imperfecciones y fallas ocasionadas por mi emocionado botarate, pues a más de evitar que se haga daño a sí mismo, lo cual ya es un ahorro, hay que sumar el costo de repaciones o de pérdidas irreparables, algunas incluso vienen con el pisotón adulto de algo que fue a formar parte de su artístico tapiz.

¿Cuánto le durará esta etapa?

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