El primer diente


Justo a las seis, como el puntero del reloj.
Es filoso, apenas sobresale de la enrojecida encía, más bien dicho parece algo escondido, como la cima de un nevado donde la nieve se ha agotado por el calentamiento global (al menos eso parece que ocasiona semejante alteración climática).
Apareció así sin más ni más, pero ahora que lo pienso creo que sí hubo algún preludio algo molestoso según la ocasión y el clima.

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