Conducta ejemplar


Yo que me quejo del mal genio de mi Valentina, de los gritos agudos, de las rabietas y enojos, de sus caprichos y de querer hacer prevalecer su voluntad sobre todos los conocidos míos (leáse parientes que a veces me ayudan cuidándola): y resulta que mi peque ha sido de comportamiento ejemplar en la escuelita. "De todos los niños es la que menos problema hace, la más tranquilita, la que sigue las indicaciones" dice la profe. Y yo más sorprendida le vuelvo a preguntar: "¿Seguro que está hablando de mi Valentina?".
Y resulta que sí ha sido, hablaba de mi enana que a veces pone a prueba mi paciencia y la tolerancia de mis oídos a los sonidos agudos.
Lo que sí me dijo es que han detectado que no le gusta que toquen sus juguetes, esos que a diario se lleva a la guardería; entonces como ya saben lo que le disgusta ni tratan de hacerle dejar a un lado esos juguetes "para llevar la fiesta en paz".
Así nomás mi Valentina, no solo me pone a prueba sino que pone mi palabra en entredicho, o da pie a que se piense que soy yo quien fomenta esa conducta caprichosa, que si lo pienso un poco sí puede ser cierto.

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