Mi eco... eco... eco...



Desde un tiempo a esta parte (como dicen nuestros amigos los Kjarkas), estoy escuchando un eco, cada vez más cercano y más fuerte y se repite unas dos o tres veces más. ¡Qué curioso!

Este eco es algo selectivo, solo funciona con ruidos especiales como el estornudo, los “ayes cuando me quejo”, mi respiración al exhalar cuando subo al menos unos dos pisos con mi cargamento incluido, porque ahora ya pesa más y no quiere caminar.

Resulta interesante tener este eco chiquito y gracioso que intenta parecerse a mi voz, al menos en su entonación, y ya me he acostumbrado a este (eco... eco... eco...), que cuando estornudo y mi eco no está cerca, lo echo de menos.




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