Practicidad


Es muy claro diferenciar a aquellas mujeres que se ocupan “literalmente” de sus bebés, de las que son típicamente ejecutivas, porque se nota.
Zapatos bajos o al menos de tacón ancho bien sujetos, nada de sandalias altísimas que te dejan en equilibrio porque el tropezón y caída serían inminentes.
Cabello recogido, generalmente en la parte posterior porque no hay pequeño que no enrede sus deditos en los cabellos de su mamá con los consiguientes tirones y depeinados, entonces lo más práctico es dejar despejada toda la cara y ningún mechón fuera de las vinchas (aún no me convenzo que es con v y no con b).
La ropa también acompaña la labor, algo holgado o al menos cómodo. No he visto a mamá que ande por ahí dando vueltas en mini y tacones cargada a su bebé. O sea que esos “looks” de traje apretado que apenas deja libertad de movimientos no va con las mamás, no con aquellas que ponemos en práctica lo de atender e ir cargando al peque a todo lado. Simplemente no se puede, yo lo intenté pero he decidido dejar ciertos atuendos reservados para cuando no tengo que acarrear a mi enana.
Igual los tacones altos no son viables con el doble peso que hay que cargar, porque no siempre mi Valentina se deja llevar en su cochecito y al menos con esas sandalias de tiritas el pie se me va por un lado y los tropezones son más frecuentes con amenaza de caída de dos y no solo de una.

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