Pequeña buceadora


Ni qué decir que le encanta el agua, bañarse no es ningún problema, pero más le gusta jugar con sus patitos y con todo lo que puede llevarse a la tina. El otro día que estábamos en una piscina de agua termal debió haberse sentido muy a gusto porque de pronto quiso meter la carita en el agua, con algo de temor le dejé que lo haga, fueron unos segundos y enseguida sacó la carita, luego comenzó a soplar y a reírse, en más de una ocasión se tragó algo de agua pero esto la incentivaba más, lo bueno es que no tuvo nada de temor, solo los padres porque parecía que su pancita ya estaba llena de agua. Considerando que ya era suficiente agua tragada tuvimos que sacarla de una vez porque de otra manera no quería permancer en el agua. Con todo y protestas no quedó más remedio que vestirla.
Ya en la noche estuve pendiente a toda queja, por si le daba dolor de estómago o algún otro síntoma desagradable, pero no.
Bien arropada durmió como un angelito. ;=)

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