Mucho ruido pocas nueces

No llego a entender cómo un cuerpito tan pequeño puede ser el origen de semejante ruido.
Ya en una ocasión un pequeño de unos tres años que estaba en la mesa de al lado, se tapó las orejas y le dijo “no grites”, con algo de buen resultado, porque mi enana sí le hizo caso y más bien comenzó a decir toda clase de palabras en su lenguaje. El pequeño volvió a dirigirse a ella “no te entiendo”, le dijo.
Otra vez estaba tan inquieta en una reunión que su papá la sacó a dar una vuelta al parque cercano, los reclamos eran gritos feroces y protestas durante un gran rato. “Van a creer que me la estoy robando” dijo. Lo bueno es que son bastante parecidos, entonces no quedan dudas.
¿Cómo pueden unos pequeños pulmones dar tanto aire para esos gritos? Y la boquita, o más bien dicho esas cuerdas bucales que deben ser muy delicadas ¿no se resentirán con una vibración de tan alta frecuencia?
Lo cierto es que en ese empaque pequeño hay un gran potencial vocal, al igual que esas nueces que suenan mucho y uno creería que tienen gran contenido, pero es todo lo contrario: “Mucho ruido pocas nueces”.

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