Da risa, pero creo que hay que tomarlo con seriedad. Mi Valentina quiere todo para ella, al menos si se trata de golosinas. Ayer le dimos una funda de cueritos y nos pusimos a ver una película. Ella, la dueña de la funda descansaba cómodamente; pero al intentar tomar un poco de sus ‘snacks’ se opuso con cara y atitud roñosa, sonidos de enojo mientras sujetaba bien con sus dos manos la funda, y por si acaso alguien intente meter mla mano a la fuerza la presionó con sus dos rodillas. ¡Qué chistoso!, verla en ese porte mezquinando sus golosinas asegurando fuertemente su botín.
Si sigue así, me dije, no va a compartir nada con nadie. Ahora ya cree que todo es suyo, incluso yo; o más bien dicho yo en primera instancia, porque soy de ‘su’ propiedad, así lo hace saber a cualquier conocido y extraño.
Si sigue así, me dije, no va a compartir nada con nadie. Ahora ya cree que todo es suyo, incluso yo; o más bien dicho yo en primera instancia, porque soy de ‘su’ propiedad, así lo hace saber a cualquier conocido y extraño.
Comentarios
Publicar un comentario