
Pero un día me quedé enredada en la telaraña abriendo páginas y páginas, y la peque que me rondaba tratando de meter su manito donde alcanzara, sea teclado, mouse, pantalla, o aplastando el botón que le quedaba más cerca. A propósito, en más de una ocasión me ha apagado la máquina en pleno envío de mensaje, o con el documento a medio escribir y sin grabar...
Bueno, esta vez no sé cómo la calmé y la mantuve sentada en mis piernas algo inquieta, pero al menos no trataba de ayudarme a escribir en el teclado, habrían pasado unos 20 minutos mientras yo naufragaba por la internet mientras se iba calmando, finalmente se quedo quietita, aproveche para buscar todo lo que necesitaba hasta cuando me di cuenta que se había quedado dormida.
Esta vez cedió en su afán de aplastar todo, pero creo que fue algo fortuito porque la mayoría de las veces no es posible separarla de aquello que desea tomar, especialmente cuando se trata de cables, conectores, interruptores. Claro que están desconectados, aun así no deja de ser peligroso el dejarla jugar con tales instrumentos, no solo corre el riesgo de tener una experiencia desagradable cuando tengan corriente circulando por ellos, sino también es perjudicial para nosotros, los grandes, porque todo resulta roto y las partes ocultas en alguna caja que posiblemente llegue a parar a la basura.
Bueno, esta vez no sé cómo la calmé y la mantuve sentada en mis piernas algo inquieta, pero al menos no trataba de ayudarme a escribir en el teclado, habrían pasado unos 20 minutos mientras yo naufragaba por la internet mientras se iba calmando, finalmente se quedo quietita, aproveche para buscar todo lo que necesitaba hasta cuando me di cuenta que se había quedado dormida.
Esta vez cedió en su afán de aplastar todo, pero creo que fue algo fortuito porque la mayoría de las veces no es posible separarla de aquello que desea tomar, especialmente cuando se trata de cables, conectores, interruptores. Claro que están desconectados, aun así no deja de ser peligroso el dejarla jugar con tales instrumentos, no solo corre el riesgo de tener una experiencia desagradable cuando tengan corriente circulando por ellos, sino también es perjudicial para nosotros, los grandes, porque todo resulta roto y las partes ocultas en alguna caja que posiblemente llegue a parar a la basura.
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