Toda tu ropa te queda floja

Fue el comentario de mi hermana, y con toda razón. Después de tener a mi bebé me quedé igualito que cuando estaba embarazada, la barriga comenzó a replegarse de a poco, aunque a partir del segundo mes me empeñé en hacer algo de abdominales. Debía esperar al menos un año para volver a la normalidad, es algo que leí en Internet. Claro que con el transcurso del tiempo todo se ha ido encogiendo, tranquilizándome en parte, porque al inicio me creí ‘hulk’ cuando sentía que mi piel se ensanchaba para dar paso a un cuerpo más grande, sensación que comenzó en las piernas, siguió en el abdomen e incluyó papada y cachetes. Bueno, ahora vuelvo a la normalidad, no así la ropa que adquirí en el transcurso del embarazo y después de él. No había tenido ropa de tantas tallas desde que estaba en la adolescencia. Por eso ahora soluciono los ajustes de pantalones, camisas y abrigos con correas y cinturones que aunque mantienen la ropa en su lugar no dejan de formar una que otra flojez.
Sería bueno renovar todo el closet, pero lo hago con calma, hasta tanto aprovecho algunas prendas que me quedan más flojas para sentir que voy logrando el objetivo de volver a la talla inicial.
¿Creyeron que soy la de la foto?

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