
El no poder hablar hace que los niños busquen otra manera de comunicarse, de manifestarse, y la mía lo hace estando irritable, sin querer que nadie se nos acerque (a ella y a mí), y con un peso bajo. Si su intención era hacer un llamado de atención, lo logró y no solo eso sino también de preocupación, porque no hay un manual donde uno pueda encontrar las respuestas y las soluciones.
Pero sí hay cosas que reconfortan, por un lado están las atenciones y abrazos de primos y abuelos, aunque sean de fin de semana, y también está la Internet, donde puedo leer a otras madres en situaciones parecidas, porque para completar el cuadro anterior, en estas últimas noches mi pequeña grita a medianoche, creí que se despertaba, pero no; seguía dormida.
La pediatra dice que es algo que le está molestando en el día, y claro, como pasa en la guardería, yo no puedo identificar qué es.
Navegando en páginas web identifiqué los síntomas con los terrores nocturnos, una especie de pesadillas que tienen los bebés cuando están ansiosos por algo. En mi caso, mi bebé quiere estar con su mamá todo el tiempo, algo que por el momento no puedo darle porque la modernidad y las necesidades han permitido que las mujeres trabajemos fuera del hogar, a pesar del sentimiento de culpa que eso ocasiona.
En fin, me pone a pensar el que un experto doctor opina que se trata de niños con un nivel intelectual superior a la media. La mayoría de sitios coinciden en que no hay que despertarles, hay que evitar que se exaltan demasiado antes de dormir, evitar dejarlos permanecer muchas horas sin hacer su siesta, hay que tener paciencia, abrazar a los pequeños, y lo mejor es que son inofensivos para los bebes a corto y largo plazo, y pasarán...
En medio de este desconcierto fue también interesante encontré que hay "bebés de alta demanda" designación que recae sobre los pequeños que dejan a sus madres exhaustas tratando de atenderlos y que siempre quieren más. Son tan demandantes de todo que utilizan a sus mamás como chupete humano, se quejan con intensidad, apenas duermen, son hipersensibles, impredecibles, parecen vivir en una eterna angustia a la separación, solo por poner algunas de las demandas. Como madres nos sentimos atadas ante estas peticiones por cumplirlas al instante, como lo piden, pero no hay que perder la objetividad. Lo primero es cuidar de nosotras mismas porque una mamá sana es mejor que una enferma, hay que dormir cuando se pueda, aunque sea cuando el bebé también duerma, desarrollar la paciencia, salir a dar un paseo, encontrar apoyo, planificar las actividades al máximo, mirar a largo plazo, no realizar comparaciones ni buscar esquemas, seguir las propias necesidades, pues un bebé de alta demanda no es algo problemático en realidad. Al menos eso señalan los expertos en estos casos.
Pero la alta demanda no solamente se rige al bebé sino a toda la familia. Mientras tanto, yo sueño ya en el futuro en que esto pasará...
Y a pesar de todo... sigue siendo una maravilla, un aprendizaje inmenso para ti... Bonito, pero duro.. Nada es perfecto
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