¿A dónde irán a parar?



Primero las medias, porque hay solo chullas, o sea que se quedaron sin su par. Vale aclarar que estoy hablando de la ropa de mi nena. A veces pienso que quizás por tan pequeñas la lavadora fue capaz de tragárselas, pero no entiendo cómo pudo haber sido si apenas tiene unos pequeños hoyos por donde sale el agua. A lo mejor, o peor, más bien dicho, se cayeron por ahí o se volaron a los terrenos vecinos por no estar bien sujetas con sus pinzas, o algún perrito que pasó por ahí se las comió. O será que van a parar en el lugar donde moran todas las cosas perdidas. En un libro, no me acuerdo cuál había un sitio donde estaban todos estos objetos. En lo que a mí concierne deberían estar dos camisetas, algo así como una docena de medias chullas de varios colores, tres zapatos, un dinosaurio de juguete.
Me divierte pensar que pudo ser algún duende travieso, de esos que ocultan las cosas el que escondió los calcetines delante de mis ojos, quizás por eso sigo guardando los impares.

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