
Siempre me he preguntado qué tan acertado es darles sintiendo el frío o el calor a los hijos. Cuando era pequeña no faltaba el "abrígate que hace frío" aunque en verdad no lo sintiera y el saco de lana comenzara a picarme los brazos. Ahora la tortilla se dio la vuelta y soy yo quien le da sintiendo el frío a mi hija. Sé que no siempre voy a acertar porque hay unos días en que todos a mi alrededor están abrigados y yo apenas llevo una camiseta, o cuando estoy súper arropada en pleno mediodía soleado.
Espero no estar tan alejada de lo real, pero por si acaso siempre tomo la medida del frío o del calor tocando las manos de la pequeña, y como hoy estaban frías, le puse su chompa, aunque ahora que lo pienso mejor puede ser que se hayan enfriado porque estuvo varios minutos sosteniéndolas en alto, mientras se sujetaba al filo de su corralito.
Otra de mis inquietudes es si tendrá frío en la noche, porque resulta que ahora se ha dado por patear las cobijas hasta poner los pies encima de todo y sentirse al fin libre de una presión que a mí me parece exagerada, porque ahora los cobertores son muy livianos al igual que las cobijas térmicas, solo que a medianoche todo queda a un lado.
Otra de mis inquietudes es si tendrá frío en la noche, porque resulta que ahora se ha dado por patear las cobijas hasta poner los pies encima de todo y sentirse al fin libre de una presión que a mí me parece exagerada, porque ahora los cobertores son muy livianos al igual que las cobijas térmicas, solo que a medianoche todo queda a un lado.
Mi alternativa es vestirla para que duerma: pijama con pantalón y medias, aunque estas últimas tampoco le duren mucho tiempo puestas.
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